Ha concluido la celebración de la
Semana Santa en morales, con una programación inclinada a orientar a la
comunidad parroquial en la defensa de la vida, como consecuencia del
aislamiento preventivo obligatorio, demás medidas que buscan evitar que en la
ciudadanía se expanda el Covid-19; lo cual, originó suspender las procesiones y
otras actividades y ritos litúrgicos.
Circunstancias que no fueron
impedimento para que el párroco Presbítero: Francisco Javier Gil, estuviese
cercano a sus feligreses, las redes sociales y primordialmente la radio fueron
instrumentos que facilitaron mantener y difundir el mensaje diario de la
celebración de la semana mayor, todos los ritos litúrgicos fueron celebrados a
puerta cerrada y con el mismo entusiasmo.
Cada uno de los momentos de la
semana mayor se vivieron y motivaron la fe y devoción de centenares de fieles
en toda la localidad, el triduo pascual, la vigilia pascual, la renovación del
bautismo y la resurrección entre otros momentos fueron motivo de reflexión
desde cada hogar como iglesia, cimiento, templo de la iglesia viva de Jesucristo.
Al cierre de la semana mayor el
párroco recorrió las calles del casco urbano donde con el santísimo compartió
la bendición de algunos altares organizados por las familias en sus fachadas,
quienes a su paso se sintieron acogidos una vez más por la gracia del
todopoderoso; así mismo, llama la atención de la comunidad para que desde la
iglesia católica se promueva un cambio en la relación de la comunidad, la
cotidianidad y un desarrollo sostenible.
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