La Parroquia San
Antonio de Padua de Morales, se engalana cada año como ya es costumbre, desde
hace más de 206 años, para conmemorar su fiesta Patronal, la cual, contiene una
connotación más que religiosa, la cual gira alrededor de una imágen reliquia,
de no más de 1,50 mts de altura, querida y respetada, que reposa en un espacio
privilegiado dentro del templo parroquial; De ella muchos dicen haber obtenido favores de Dios por su devoción al
denominado Milagroso Santo.
De acuerdo a los
registros históricos, la población se
congregó en torno a una capilla hacia 1762, en el sitio denominado el
Almorzadero, Luego el padre Luis Jerónimo Morales, la traslado al lugar El
Ático, donde se encuentra ubicada hoy en día.
Los primeros
registros datan de 1806 cuando oficialmente se constituyeron los terrenos para
la construcción de la misma; Desde 1885
aparece erigida como Viceparroquia y su primer
párroco Jesús Maria Cadavid la atendía desde Tunía. El Padre: Francisco Rada asumió la Viceparroquia el 7 de Septiembre de 1907 con
domicilio permanente inicio la construcción del primer templo en material; en 1917, se
eleva a título Parroquia siendo
nombrado el Padre Francisco Rada como su primer párroco.
Desde entonces 38
párrocos han custodiado la mítica imagen del Patrono, fortaleciendo la Palabras
de Dios, siendo testigos del caminar de sus fieles, quienes hoy se enorgullecen
por su creciente generación de vocaciones, pues se cuenta entre ellos, varios Párrocos
Los Presbíteros: Efraín Cerón Astudillo, Alfredo Velasco, Freddy Jojoa Y Jairo Jembuel,
Olivo Galíndez, quienes fundamentan con orgullo el camino de la vida
pastoral en apoyo a la arquidiócesis de
Popayán.
Este 13 de Junio
de 2012 todos los Moralenses cesaran sus
actividades diarias, para dedicar su labor cotidiana al Santo de su devoción: San Antonio de Padua.
No interesa que
cada 13 de Junio, la celebración sea en mitad de semana, es día de alegría, regocijo, de fe; Significa el
testimonio de una tradición religiosa con gran sentido social. Para muchos
devotos, ésta gran protección ha librado a la feligresía de recientes
tragedias; demostrando que pese a los cambios motivados por la cotidianidad, la
convicción, y la religiosidad sigue firme en los corazones de muchos
Moralenses.
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