Tras la realización de la
denominada minga indígena o
movilización de comunidades sociales, que han optado por taponar una vez más la
vía panamericana, desde el pasado 12 de marzo de 2019 se ha evidenciado la
frágil infraestructura de vías terrestres en el departamento del Cauca, que
gira alrededor de la principal arteria; pero, que al suceder situaciones como
el mencionado coloca en entredicho nuestro potencial.
Y una vez más debemos clamar para
que una vía como la que conecta a los municipios de Piendamó- Morales- Suarez,
sea una verdadera alternativa de conexión terrestre en el departamento, no en
vano en la época de la colonia fue el camino que conducía por el occidente al
norte del país.
Urge el llamado a las autoridades
regionales, clase política, diputados, comunidades, étnicas, gremios y comerciantes
para que miren sin desdén a ésta región y unan esfuerzos para que la vía sea
adecuada, recuperada y aprovechar que hace parte de la red nacional, para que
por intermedio del INVIAS le sean asignados recursos para su intervención.
El tramo Piendamó-Morales, es una
carpeta asfáltica que ya cumplió su vida útil y presenta deficiencias. Respecto
a la zona urbana de morales, sus calles se han afectado enormemente, ya que el
tránsito ocurrido en estos días ha fracturado la carpeta asfáltica. Y el tramo
Morales –el hato (Suarez), fue pavimentado durante ejecución del programa vial
2500, pero, presenta innumerables dificultades técnicas, la hacen inestable y
de poca capacidad para movilizar carga pesada motivo que amerita su
recuperación.
Se conoce de recursos asignados
por parte del departamento para completar la pavimentación de un tramo restante
entre las veredas la Toma y el hato del
municipio de Suarez, sin embargo, bueno es que los acercamientos con
comunidades indígenas que incluso, tienen influencia en ésta zona consideren la
vía como parte de su problemática, posiblemente, lesione sus intereses, aún
así es la oportunidad para que esta vía
sea convertida como verdadera alterna a la panamericana.